viernes, 5 de octubre de 2012

El Juez Pedráz o el Sr. Pedráz.


El Sr. Juez Pedráz en un alarde inusitado y flamígero ha redactado un Auto Judiacial en el que comenta, muy personalmente, el archivo de la causa de los detenidos en la manifestación del 25S.
Comprendo que el sentir político del Sr Pedráz esté cercano a los convocantes y participantes en dicha manifestación, hasta puedo llegar a entender su animadversión a determinadas cosas, personas o colectivos. Es normal. Como persona puede tener sus filias y sus fobias.
Lo que no puedo entender es que, en su trabajo cono Juez, se permita hacer juicios de valor, simpatía o antipatía con quienes ni han sido acusados ni, por consiguiente, juzgados.
Él, como empleado estatal que es, debe ser completamente aséptico e imparcial en las Autos que redacte. No puede hacer política con ellos ni mostrar su simpatía o discrepancia con unos hechos concretos o ciudadanos.
Discutible puede ser su decisión del archivo de la causa ya que, con solo mirar los vídeos (enteros, no solo la parte que interese) de aquella manifestación, o haber comprobado los que en medios distintos a los oficiales se realizaron, para observar que , si no hubiese sido por la magnífica actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado, los manifestantes podrían haber llegado al Congreso de los Diputados pudiendo agravar, aún más, aquella situación de desorden público, convirtiéndolo en otra cosa ostensiblemente peor.
Aún siendo discutible su decisión, no la discutiré pues ha sido a juicio de un Juez y, precisamente, nuestra Constitución, de la que son representantes máximos Diputados y Senadores, dice que debemos respetar sus sentencias aunque, esta nos parezca que vaya contra derecho pues, lo que la policía evitó fue la toma del Congreso y el posible ataque a la integridad física de los Diputados.
 Es cierto que no se llevó a cabo y por lo tanto se evitó el delito pero, la intención era otra. Es, por ejemplo, como si se archivase la causa contra el joven que pretendía volar la Universidad de Baleares por que la policía le detuvo antes de hacerlo. Su intención era dinamitarla y por ello, se le detiene y juzga.
Los jueces no están para ejemplarizar mediante Autos Judiciales y mucho menos para ser parte interesada, mediante sus juicios de valor, ni de los acusados ni acusadores. 
No ha sido el caso del Sr. Juez Pedraz ya que, según el Auto, parece compartir y glosar la opinión de los manifestantes a los que debía juzgar. Y mete en el mismo saco a políticos y manifestantes.
No es de extrañar que en la última encuesta del C.I.S, los jueces solo consigan un 58% de la confianza ciudadana, un tanto por cien muy por debajo de Bomberos y Policía.
Apuntaba maneras el Sr. Pedráz cuando defendió contra viento y marea al Sr. Garzón. Hoy quiere ser su heredero. Un juez estrella, un juez polémico. Una llamada de atención al Consejo de Poder Judicial. Determinadas actuaciones no caben en el buen ejercicio de la judicatura, como no cabrían en el ejercicio de la profesión policial. Como ciudadanos cualquiera puede decir, hacer, militar en lo que quiera, pueda y no sea delito. Jueces, Policías, Militares y Guardias Civiles tienen que ser apolíticos y asépticos en el ejercicio de sus funciones. Para ellos, su afinidad política tiene que quedar en el ámbito de lo privado.
O se es el Juez Pedráz, o se es el Sr. Pedráz.

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