viernes, 7 de septiembre de 2012

BELÉN ESTEBAN, CARMINA ORDOÑEZ

Pensé que en Telecinco y tras lo acontecido con el triste final de Carmina Ordoñez, se habría hecho una reflexión sobre la utilización de la crueldad como medio para ganar audiencia. Tristemente tengo que decir que nadie aprendió nada.
Recuerdo que escribí a Carmele Marchante, poco antes de fallecer Carmina, un e-mail en el que le pedía que no arreciara en sus comentarios contra una persona que, a las claras, se veía que no se encontraba bien, que a duras penas superaba día a día aquellas tardes en las que se le repetía una y otra vez cosas del estilo de: "Tus hijos no se preocupan por ti". La respuesta,(me asombró que me respondiera) fue para comentarme que."Ya se quién eres y por qué me has escrito". Bien, dudo que supiera quién soy yo, lo que no hizo fue tener ni la más mínima caridad con Carmina.
Si, bien es cierto que, Carmele no ha sido la causa, esta vez, de la salvaje campaña de acoso y derribo a la que ha sido sometida Belén Esteban. Lo peor de todo es que sus "compañeros" sabían muy bien de la debilidad de Belén, como, también eran conocedores de la de Carmina, de sus miedos e inseguridad. A pesar de todo fueron, son, implacables. ¡Total, si ocurre algo irreversible, más audiencia durante más tiempo! Cuatro horas diarias necesitan de muchas heces, mucho hígado y bilis. Y mejor arrear contra uno que nos hace sombra, que por una razón natural de comprensión entre parejos, cae muy bien al público. Público que, por razones obvias, no escribe mucho en Internet y, si lo hace alguno, esconderá como el secreto más íntimo su afinidad y simpatía por Belén. Por que, "no mola". Es cosa de "porterillas y marujeo".
La frase demoledora de Mila Ximenez les delata, hace la mala comparación de un disminuido(Belen)con los integrantes de un equipo olímpico(ellos).
No es que sea admiradora de Belén.No es eso, aunque tengo que reconocer que me produce cierta ternura su fragilidad y que, en ocasiones, me ha hecho reír bastante. Lo cual se agradece en estos tiempos en los que desayunas con la prima de riesgo y te acuestas con las cifras del paro, Ángela Merkel o el Ladrón de Marinaleda.
Odio y odiaré siempre a la mala gente, el egoísmo, el "vale todo", la falsedad, la envidia, el odio reconcomido y enervante, el creerse más que nadie por tener esto, aquello o ser más culto, el mirar por encima del hombro, que le llamen a uno "juguete roto"(sobre todo cuando lo dicen otros que lo fueron)con la intención de que se convierta en ello. 
Pero, cuidado. El mal no es gratuito. El mal se paga y de ello ya saben los doctos colaboradores. Sálvame fue, para casi todos, la tabla de salvación en la que huyeron de la borrasca en la que se vieron envueltos tras la caída de programas dañinos como fueron El Tomate y el anterior magazine de la tarde. Cuidado en que no tengáis que fagocitaros hasta la extenuación y desaparición entre vosotros mismos.
Ahora, Telecinco, vivirá como lo ha hecho estos últimos años de la vida, milagros, venturas y sobre todo, desventuras, de Belén Esteban. Los eruditos colaboradores seguirán despellejando los jirones que Belén deje a su paso. Como cuervos ávidos de carroña hurgan el las cuencas vacías de los cadáveres, meterán sus aguileños picos en su vida y miserias. Eso si, esta vez Belén no cobrará. Su piel la venden otros quizás menos primarios, quizás más cultos, quizás...Con más mierda. Quizás.

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